domingo, 3 de abril de 2011

UNA HORA



Como ya puse de manifiesto en la entrada " La sentencia", la condena a muerte se le notifica al Tte.Coronel Maquinista Benito Sacaluga el día 15 de abril de 1939, curiosamente un día después del aniversario de la proclamación de la II República.

Como sucedía desde su entrada en prisión su esposa le visitaba diariamente, pasando con él largos ratos. La comida diaria era habitualmente llevada hasta el Arsenal por su hijo Juan, de 11 años, el más pequeño de los nueve.

El día 28 de abril se recibe del Cuartel General de Franco un telegrama confirmando la autorización para la ejecución de la sentencia a muerte y disponiendo los actos que debían acompañarla.

Durante todo ese tiempo ningún miembro de su familia conoció el contenido de la sentencia, ni por boca de Benito, ni por terceras personas las cuales siguieron las instrucciones dadas por él de guardar silencio.

Durante las visitas de su esposa, contaba esta, que se dedicaba a escribir anotaciones en hojas de papel, anotaciones llenas de apartados y aclaraciones sobre lo escrito y a transmitirle esperanzas optimistas sobre su futuro. Solo quedó una carta dirigida a su familia y escrita la noche anterior a la ejecución la cual puso en manos de un cura amigo con el encargo de entregársela a su esposa una vez consumada la ejecución.

Solo su hijo de 11 años conoció el desenlace antes que el resto de la familia, se lo espetó uno de los guardias de servicio en el Arsenal al ir a entregarle la comida del día, con la que regresó aterrorizado a su casa.

Catorce días sin derrumbarse ante su familia, conocedor de su muerte inmediata, 14 días buscando en su interior las causas de su próxima muerte sin encontrar otras diferentes que la oposición a una dictadura, con las manos limpias de sangre y la satisfacción del deber cumplido, esperando quizás un indulto a la muerte y en el mejor de los casos largos años de prisión, apartado de su familia y de lo que fue su vida : La Marina.

Cumplida la ejecución a las 10,00 horas en punto y celebrados los desfiles fascistas, es trasladado al Cementerio de los Remedios, donde se registra su entierro a las 11.00 horas, según consta en el libro de registro del Cementerio, cuya anotación os dejo en imágenes.


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Una hora, después del tiro de gracia, con el cuerpo aún caliente y flexible, es enterrado con la única compañía de Juan Escobar compañero de paredón. Una sola hora, sin duelo, sin despedidas, sin últimos besos, sin su uniforme de marino. Una hora en la que la sangre derramada por él en el paredón del Arsenal aún seguiría fresca y húmeda y en la que los cañones de los fusiles y de la pistola de reglamento que lo mataron aún conservarían el calor producido por el estallido de la pólvora. Una hora.

Franco bajo palio ante Pio XII
Aquellos que contra el levantaron infundios y calumnias contribuyendo al aderezo de la farsa de su juicio ¿que sentirían al conocer la noticia? Los marinos cobardes que a sabiendas de que era un hombre honrado le condenaron a muerte ¿como podían después cantar a los compases de la salve marinera y santiguarse al paso de la Virgen del Carmen?. Yo me pregunto : ¿Que clase de religión o fe es esa que acoge en su seno a los asesinos e incluso les rinde tributo y honores? ¿Que clase de religión o creencia es aquella que se aparta de los más altos preceptos y mandamientos impuestos por su fundador para servir descaradamente a los poderosos a cambio de más poder y privilegios? ¿Que clase de religión permite que a una guerra fratricida provocada por dictadores se le denomine "Cruzada Nacional"?. ¿Acaso la iglesia católica recuperó el espíritu inquisidor contra los defensores de la República y de la libertad, convirtiendo a las fuerzas sublevadas en espada justiciera contra el infiel?, pero en el fondo... ¿Acaso tiene algo que ver la iglesia católica con el Cristianismo?




Benito Sacaluga


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