miércoles, 6 de agosto de 2014

LOS MANDOS DEL "JAIME I" Y LOS CRUCEROS REPUBLICANOS EN JULIO DE 1936




El "Jaime I" en Tenerife meses antes de la 
sublevación franquista
Después del 18 de julio de 1936, gracias a que las dotaciones de los buques de la Armada (cuerpos auxiliares y marinería) se hicieron con el mando de las unidades, el grueso de la Armada permaneció fiel al Gobierno. Únicamente aquellas unidades que se encontraban en las zonas donde el alzamiento triunfó inicialmente pasaron a formar parte del levantamiento militar, algunas de ellas fueron rescatadas, como es el caso del destructor "Churruca" finalmente recuperado por su tripulación después de haber realizado un primer viaje desde África escoltando a un mercante con tropas rebeldes hasta el puerto de Cádiz entre los días 17 y 18 de julio de 1936. En su viaje de regreso a África la dotación fue conocedora de la sublevación y procedió al arresto de los mandos y puesta del destructor al servicio de la causa republicana.

La reorganización de la Flota Republicana resumida en la entrada anterior lógicamente afectó también a los mandos de los buques. Sabidas son las carencias que la Flota sufría en relación con la ausencia de oficiales del Cuerpo General dado que la mayoría de ellos eran partidarios de la sublevación militar franquista y de la monarquía derrocada en 1931. Muchos de ellos fueron sacados de las cárceles donde ingresaron por mostrarse partidarios del levantamiento o indiferentes a él sin tomar partido por la defensa de la República. Aquellos cuya lealtad al Gobierno legítimo podía ser considerada más o menos aceptable fueron puestos en libertad y se les asignó la comandancia de buques. Todos mostraban una clara falta de identificación de estos marinos con los ideales republicanos, muchos se pasaron al bando sublevado y muchos  de los que permanecieron bajo bandera republicana lo hicieron de forma obligada por las circunstancias manteniendo una actitud pasiva cuando no negativa a los intereses republicanos, una falta de actitud que hacía inservible la suficiente aptitud que poseían, algunos de ellos finalmente autores de importantes actos de sabotaje en buques e instalaciones de tierra. 


El alferez de navío Carlos Esteban sustituyó al comandante interino Salvador Corral, oficial de auxiliares navales, herido en el bombardeo del acorazado por un trimotor italiano en Málaga. Buen marino, Carlos Esteban descubrió que dentro de él había un patriota cuando la marea de los primeros días subía a favor de la República. Al bajar la marea, sirvió a Franco en nuestro campo. So pretexto de una tuberculosis, real o supuesta, abandonó el "Jaime I". Mejorada su salud, volvió a Cartagena de jefe del E.M. de Marina de la Base. Una de las mecanógrafas, afiliada a Falange, lo encandiló al tiempo que animaba a hacer el trueno con ella al jefe de la Base, Antonio Ruiz, y el del E.M.Mixto Vicente Ramirez. En el verano de 1938, Carlos Esteban envío a su mujer a Francia, de la que decía se iba a divorciar. El marido quedóse en su despacho con la mecanógrafa y comenzaron los líos. Hubo escenas de celos y confidencias. Peleado con Vicente Ramírez, Carlos Esteban se hizo llamar a Barcelona con el nombramiento de jefe de la Sección de Operaciones del E.M. Hoy está con el faccioso, al que ayudó por medio de la mecanógrafa María Teresa Escalada, enlace del enemigo en Cartagena. Carlos Esteban era yerno del general Burriel sublevado y fusilado con Goded en Barcelona.

Le sucedió en el Estado Mayor de Marina de la Base, Fernando Oliva Llamusi, y con anterioridad, en el mando del "Jaime I", Francisco Benavente, alcohólico, zaragatero y fascista. Fue este quien, en complicidad con el ramo de Artillería Naval, ordenó desalojar los pañoles de proyectiles con preferencia a los de pólvoras, prólogo del sabotaje que ocasionó la explosión de los últimos y la destrucción del acorazado. Benavente halló la muerte en el "Churruca" a consecuencia de un bombardeo enemigo; su deslealtad alcanzaba a sus amigos.


Buque insignia de la Flota. Por residir el Almirante en él, juntamente con el Comité Central, no tuvo comandante mientras subsistieron los Comités. Desaparecidos éstos, su comandante fue Armada, que mandaba en julio el cañonera "Xauen", huido del Ferrol. La dotación desconfiaba de su lealtad. Pasó por un Consejo de Guerra y estuvo detenido. Ejerció el mando del crucero honrosamente. A pesar de sus preferencias políticas, supo poner por encima de ellas su respeto a España.

(La opinión de Benavides sobre Armada es un tanto aventurada, varios investigadores apuntan a que fue un fiel enlace del bando rebelde ni más ni menos que en el Buque Insignia de la Flota. Existen indicios veraces de que durante la Batalla del Cabo de Palos, en la que se logró el hundimiento del crucero fascista "Baleares", Armada sugirió al CC Luis Gonzales de Ubieta (Jefe de la Flota) que el "Libertad" se inhibiera del combate y que fueran los destructores los que atacaran en solitario. Una vez hundido el "Baleares", Armada aconsejó a Ubieta no perseguir al "Canarias" y que se regresara de inmediato a Cartagena, consejo que Ubieta siguió permitiendo así la huida del "todopoderoso" crucero franquista. Igualmente está documentado que Armada solicitó la entrada en dique del "Libertad" en varias ocasiones para efectuar reparaciones desde inicios de febrero, petición que fue denegada en atención a un informe elaborado por el Tte.Col. Benito Sacaluga, Jefe de los Servicios de Máquinas de la Flota, informe y negativa que posibilitaron semanas más tarde la participación del "Libertad" en la batalla de Cabo de Palos. No obstante después del combate Armada siguió insistiendo en la entrada del buque en dique hasta que un informe emitido el dos de mayo de 1938 logró impedir la inmovilización del crucero. 


Después de Luis G.Ubieta ejerció el mando Manuel Núñez, de condición acomodaticia, sobrino de Indalecio Núñez, jefe de la Base Naval de Ferrol en julio, y hermano de Francisco, dos marinos que combatieron a su país. José Númez, jefe del E.M. de la Flota republicana, cargo que desempeñó con inteligencia y decoro. y el práctico del puerto de Barcelona, Indalecio Núñez, eran hermanos suyos. La numerosa familia de los Núñez había heredado a los Montojo en las ambiciones y en las luchas internas del Cuerpo general. Manuel Núñez se encontraba en el aeródromo de San Javier al comenzar la insurrección. Como no tenía cargo oficial pudo escabullirse. Se le detuvo, no obstante. Su hermano José obtuvo su libertad. Manuel Núñez estaba casado con la hermana del médico del aeródromo y ese parentesco le sirvió para explicar su presencia en el mismo.

Le sucedió al mando en el "Cervantes" Diego Marón, marino de gran lealtad.

CRUCERO MENDEZ NUÑEZ

El maquinista Méndez Sierra, de las Juventudes Socialistas Unificadas, salvó el barco en Guinea y lo condujo a Málaga. Nombrándose comandante a Pedro Prados, uno de los pocos leales con que contaba la República dentro del  Ministerio de Marina, donde llevaba la Secretaría Técnica del mismo. Alto, flaco, estampa española de la caballeresca popular, Pedro Prados ejerció la Jefatura de Operaciones de la Flota y luego la del E.M.C. de Marina. Firme en sus convicciones creía en la belleza de la causa que defendía y aún confía en su triunfo. Le sucedió en el mando del "Mendez Núñez" un "leal geográfico", Abelardo López, y a éste Esteve, de la Marina Mercante, republicano digno.



Benito Sacaluga.




Texto en cursiva: Manuel D.Benavides. La Escuadra la mandan los Cabos.


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