martes, 25 de diciembre de 2018

LA CORBETA "NAUTILUS"




Corbeta "Nautilus"
(1) La ley de Fuerzas Navales para 1932 publicada en la «Gaceta» hace más de dos meses, ha sufrido importantes modificaciones antes de empezar a regir, debido a las órdenes ministeriales que por razón de economías han dispuesto que se den de baja diversas unidades de la flota y que pasen otras a situación de parcial desarme.

Entre los barcos que desaparecen definitivamente de la lista de nuestra Marina de Guerra, figura la “Nautilus”, el navío más veterano y de mayor circulación de la flota militar española que durante muchos años paseó el pabellón nacional por los mares más lejanos.

Cerca de medio siglo ha permanecido la “Nautilus” prestando servicios a la Marina, aunque en la última época de su vida desempeñase un papel muy pasivo, fondeada en el Ferrol como pontón dedicado a escuela flotante de aprendices marineros.

Entre los buques de guerra de estos últimos tiempos, los hay cuyo nombre resulta inseparable al de algún preclaro marino: la “Numancia” y Méndez Núñez, el “Reina Cristina” y Cadarso, el “Vizcaya” y Eulate, el “María Teresa” y Cervera y Concas, el “Oquendo” y Lazaga, la “Nautilus” y Villaamil. Los más por la muerte heroica de sus comandantes, y otros por motivos trágicos.

Los nombres de Villaamil y la “Nautilus” pasarán juntos a las páginas históricas de nuestra Marina, porque obra personal de aquel esclarecido oficial que pereció en Santiago de Cuba, a bordo del “Furor” fue la adquisición de la “Nautilus”, que mandó en su célebre viaje de circunnavegación, del que escribió la crónica. Estando don Fernando Villaamil destinado en el ministerio el año 1886, se le encomendó el estudio de un proyecto para organizar la instrucción del personal, que redactó en breve plazo, proponiendo la adquisición de tres veleros para emplearlos en instruir a los guardiamarinas y otras clases de la Armada. La idea no cayó en terreno baldío. Para la instrucción de los guardiamarinas se empleaba entonces una vieja fragata, de manejo costoso y finalidad inadecuada. El ministro, almirante Pezuela, comisionó a Villaamil para comprar en Inglaterra un buque mercante de convenientes proporciones, sin más limitación que su coste, por lo exiguo de la consignación presupuestaria.

En quince días desempeñó don Fernando su cometido, comprando el clipper “Carrik Castle”, de 1.700 toneladas, por doce mil duros. Se había construido en los astilleros Eider, de Glasgow, en 1866. El buque vino de Londres a España cargado con todo el material para defensas submarinas adquirido en Inglaterra, economizando así un flete que valía más de las 60.000 pesetas, de manera que la “Nautilus” ha sido el buque cuya adquisición ha resultado más barata a nuestra Marina.

Cambió aquel Gobierno y se varió de criterio respecto a la instrucción de guardiamarinas. La “Nautilus” quedó desmantelada en Cádiz algunos años, hasta que la carencia absoluta de buque escuela hizo volver la mirada al clipper y ordenar su transformación en barco-escuela. Como era lógico, fue nombrado Villaamil su comandante y se le dieron poderes para disponer su habilitación y ordenar el plan del viaje e instrucción de los cadetes embarcados.

Emprendió la “Nautilus” su circunnavegación el día 30 de noviembre de 1892, rindiendo viaje en San Sebastián el 16 de julio de 1894, día de la Virgen del Carmen, Patrona de la Marina. Su itinerario fue el siguiente: Plymouth, Nueva York, Bahía (Brasil), Montevideo y Buenos Aires, pasó al Pacífico, recalando en Valparaíso, dos puertos de Nueva Zelanda y cuatro de Australia, dobló el cabo de Buena Esperanza, fondeando en Capetown, Cabo Verde, Canarias y Pasajes.

En la dotación de la “Nautilus” figuraban entonces como alféreces de navío el ex ministro don Mateo García de los Reyes y don Alvaro Guitián, actual contralmirante y comandante en jefe de la escuadra. Llevaba 31 guardiamarinas.

El libro que Villaamil escribió sobre este viaje de 18 meses y medio, es una  obra interesantísima, de edición completamente agotada. Se titula  Viaje de circunnavegación de la corbeta “Nautilus”, y se publicó en 1895. Está escrito con la ingenuidad y simpático desaliño literario de quien nunca presumió de escritor, pero blasonó justamente de hombre sincero. La candorosa, emotividad de su autor, lo pintoresco de las descripciones, y el amor a la patria, a la Marina, a sus subordinados y al mismo barco, resplandecen constantemente en las páginas de la obra. Los días pasados en fiesta continua en los antípodas, donde no se conocía la bandera española, y en puertos que a partir de entonces apenas la han vuelto a contemplar, el encuentro de compatriotas casi perdidos en latitudes tan lejanas, sugieren a Villaamil hermosos y certeros comentarios.

Después de aquel su primer viaje, la “Nautilus” siguió practicando otros anuales algunos transatlánticos, para la educación de mar de los guardiamarinas, siendo por espacio de dos décadas el único buque de la Armada que frecuentaba el extranjero. A su bordo completaron la instrucción náutica muchas generaciones de marinos de guerra y allí se fomentaron esperanzas e ilusiones que la realidad desvaneció duramente en Cavite y Santiago de Cuba. Los vientos que hincharon las velas de la “Nautilus” orearon la reacción que siguió al desastre de 1898.

Crucero "Reina Regente"
En los primeros tiempos de servicio de la “Nautilus”, el buque estaba en su misión de escuela a tono con los de su clase en las demás flotas. La Gran Bretaña tenía su fragata “Britannia” y Francia su “Melpoméne”, navíos de vela tan queridos por las generaciones de marinos que en ellos recibieron instrucción de mar, evocados por Percy Scott en su “De la Marina de velas al Dreadnought” y por Rondeleux en su “Últimos tiempos de la marina de velas”. Pero cambiaron los tiempos, y con ellos la moda y las ideas. Aparecieron en las flotas extranjeras los buques escuelas mixtos de vapor y velas o se dedicaron a este objeto acorazados y cruceros un tanto anticuados. En España, siendo Silvela ministro de Marina, intentó la adquisición de un buque mixto para sustituir a la “Nautilus”, pero por vicisitudes de la política no se cumplieron sus propósitos. Años más tarde se adquirieron los motoveleros “Minerva” y “Galatea” para buques escuelas de guardiamarinas y de aprendices marineros. Fue una mala adquisición. En 1916 los guardiamarinas de la promoción hicieron ya su viaje de prácticas en el crucero “Reina Regente”, y en años sucesivos en el “Cataluña”. La “Nautilus” quedó relegada a pontón para depósito y enseñanza de los aprendices marineros. Este descenso de rango ha durado quince años. Sustituyó la “Nautilus” en tal cometido a la vieja corbeta “Villa de Bilbao”, y ahora parece que el designio  ministerial es instalar la escuela de aprendices en tierra, hasta que embarquen para las prácticas de navegación en el motovelero "Galatea".

Con la “Nautilus”, que ahora se desguazará tras una vida laboriosa, desaparece toda una época de nuestra Marina de Guerra, llevándose un mundo de recuerdos y añoranzas.

JUAN B. ROBERT 



(1) Articulo publicado en La Vanguardia el 24 de diciembre de 1931.




sábado, 17 de noviembre de 2018

EL 18 DE JULIO DE 1936 EN EL ACORAZADO "JAIME I", OTRA VERSIÓN MÁS.




Lo que reproduzco a continuación es una carta manuscrita (1), sin fecha (2)), enviada al PCE en Moscú, la remite José Conde Galiñanes, Cabo de Artillería destinado en el acorazado "Jaime I" en julio de 1936. En ella nos describe como se conservó el buque para la República, así como algunos datos de interés sobre su periplo durante la guerra y las posibles causas de la explosión que se produjo en el acorazado en 1937.


Acorazado "Jaime I" en Cartagena

Moscú
Camaradas del Partido

Queridos Camaradas.
Camarada Pinedo.

Ya recibí tu carta fecha del 1º de este en donde me dices que perdone por la tardanza de la contestación, y además me dices que habéis leído mi carta con interés, y que consideráis que os escriba mis memorias, primero me extraña que el camarada Balaguer no me conteste. 
Pues como este mes el día 20 hace 30 años del levantamiento del fascismo en España, escribo mis memorias con respecto al acorazado "Jaime I" y como Auxiliar de Artillería ascendido en la guerra, antes Cabo de Artillería. 
Como yo soy uno de los supervivientes de este (3) y con 30 años de cárcel que Franco nos dio, quiero explicaros algo de esto y como tomamos el barco. El día 15 de julio de 1936 llegamos a Santander por orden del Gobierno para acompañar al Presidente de la República, que iba a descansar a esta ciudad, y el día 17 llegó un general y un capitán de navío para relevar al comandante que teníamos (4), que por cierto era un verdadero fascista que fue llamado a Madrid por el hermano para dar el golpe en el Ministerio, pero les salió el tiro por la culata, los dos fueron detenidos en Madrid a tiempo. El 18 los camaradas radiotelegrafistas, se han portado como valientes camaradas, nos comunican que en Marruecos los fascistas se levantaron en contra de la República, y a sus jefes no les han dicho nada. 
El capitán de corbeta de este barco, secretario de Falange, mando que se saliera pronto a la mar con rumbo al puerto de Vigo, para hacer allí carbón y poner rumbo a Cádiz inmediatamente; por la mar nos reunimos unos 15 camaradas cabos para quedar de acuerdo y tomar el barco en nuestras manos el día 20 a las 12 del día, hora de la comida. Llegamos a Vigo el 18 por la noche, y toda la noche estuvimos haciendo carbón para por la mañana salir con rumbo a Cádiz, por la mañana del 20 salimos para Cádiz y nosotros sin perder tiempo fuimos al pañol de las pistolas, cogiendo al jefe del mismo y amenazándole de muerte, quedando vigilado por un camarada sin salir de su sitio, en ese momento nos reunimos para repartir las pistolas a los camaradas de confianza y dándoles instrucciones de que puestos teníamos que cubrir para la toma del barco, y organizar a los mejores marineros de confianza para en el momento oportuno coger las armas en la mano contra los jefes y oficiales fascistas. En este día a las 12 en punto del día, hora de la comida, cogimos prisioneros a 13 oficiales y tres jefes que estaban comiendo, entonces se pegó un tiro de señal, para que la marinería ya instruida fueran a coger las armas a los sitios correspondientes, y marchar al puente para detener a los que allí estuviesen, allí estaban este capitán falangista y 4 oficiales más. En ese momento yo estaba en el puente con dos camaradas para dispararlos a boca jarro pero era muy difícil porque ellos se escondían, entonces el camarada cabo Julian Fernández y 10 marineros fueron hacia el puente para que se rindieran y en ese momento el falangista disparó su pistola e hirió de muerte al cabo Julian Fernández (5), y poniendo otros una ametralladora a popa se disparó al puente hiriéndolos de muerte y así se rindieron y el barco quedó en nuestras manos. Todo esto fue bien estudiado, para que no hubiera equívocos, porque era la vida o la muerte, en ese momento comunicamos por radio a Madrid que el acorazado "Jaime I" era de la República, siendo contestados con vivas a la República y ordenándonos que nos reuniéramos con la Escuadra, que estaba en Tánger. 
Cuando navegábamos rumbo a Tánger fuimos bombardeados por la aviación fascista. Cuando llegamos al puerto de Tánger nuestra Escuadra nos recibió con música y dando vivas al "Jaime I". 
El día 21 salimos para Málaga, al día siguiente bombardeamos el peñón de Ceuta, con su gran cañón, y a un cañón que estaba en el puerto de Algeciras, destrozándolos por completo con los proyectiles del "Jaime I". 
Después fuimos a bombardear Melilla, la estación de radio y los cuarteles generales. Con la mala situación en Palma de Mallorca nos enviaron allí para ayudar en la evacuación de nuestras tropas, bombardeando las posiciones fascistas, y cuando terminamos la evacuación marchamos con ellos para Barcelona. Allí se encontraban cuatro o cinco acorazados de Alemania, Francia, Italia e Inglaterra. En el poco tiempo que estuvimos allí, con mi ojos he visto una manifestación de 200-300 personas, llevando muchas banderas menos la republicana, los extranjeros que allí estaban veían todo eso. 
Después nos mandaron para Málaga, y un día a las 6 de la mañana apareció un avión nuestro pero con fascistas, y nos tiró unas bombas que estropearon la proa del barco, en donde desaparecieron dos camaradas, teniendo que ir rápidamente para Cartagena a reparar las averías. Terminadas las reparaciones el Gobierno de Indalecio nos mandó para el Norte con toda la Escuadra, dejando el mar Mediterráneo sin ninguna vigilancia salvo dos pequeños destructores, después pasó lo que pasó, esto fue un gran sabotaje que nos hicieron los socialistas y el comisario Bruno Alonso. 
En el Norte estuvimos bombardeando los puertos y las posiciones fascistas de San Sebastian. Allí se encontraba el submarino C-3, su comandante dio la orden de llevar para Cartagena la pólvora negra que se encontraba en el barco llamado "Sil", tenían que acompañar a este barco gente militar en donde me mandaron a mi con 5 marineros con orden de ir navegando a 80 millas de la costa y disfrazar al barco de inglés. El comandante del submarino me llamó a mi y al capitán del "Sil" y nos dijo: 
La escuadra fascista está en el Mediterráneo, así que ustedes ya lo saben, si por la mar se encuentran con esa escuadra no se entreguen, antes se hunde el barco. Tres días y tres noches no dormí, estando en el puente junto al capitán, que yo no me fiaba de nadie aunque íbamos acompañados por el submarino C-3. Así llegamos a Cartagena sin novedad, yo y mis marinos fuimos para el Arsenal a esperar que llegase la Escuadra del norte.  
Estando yo paseando por la calle central de Cartagena me encontré allí sentando a un militar fascista tomando café, entonces sin perder tiempo me fui al comité central del partido y me dieron dos personas armadas y lo metieron en la cárcel. 
Dos días después llegó la Escuadra fondeando fuera del muelle por orden del Gobierno, la gente protestaba pero era inútil, porque esto propiciaba que los submarinos alemanes o italianos nos lanzaran torpedos y nos hundieran y así pasó, a la mañana siguiente se sintió una explosión, había sido un torpedo que destrozó al crucero "Miguel de Cervantes", después nos mandaron adentro d la bahía.  
Cuando los fascistas tomaron Málaga mandaron al "Jaime I" para Almería, resguardada de los fascistas, al principio de 1937. Dolores vino al barco, hablándonos con respecto a disciplina hasta la liquidación del fascismo. En abril de este año la aviación alemana no nos dejaba tranquilos, querían hundirnos porque el Jaime les estorbaba, un día nos cayeron tres bombas y tuvimos grandes averías y muertos, a la siguiente noche, acompañados de la Flota marchamos para Cartagena  a reparar averías. Durante la reparación un cabo eléctrico llamado Ginés (6), pagado por los fascistas, bajó a los pañoles con una bomba igual que un reloj de muñeca, programando la explosión para 15 minutos, el tiempo de ir él a la ciudad, y a las 3 de la tarde el Jaime voló, no todo, parte de él, con unas 300 personas muertas o quemadas (7). En este día me tocó a mi de guardia en el puente para resguardo de los aviones fascistas, todo lo que vi allí era terrible, volaban cabezas, tripas, piernas. Había miedo de que volase Cartagena con nuestros proyectiles, tuvimos que inundar el barco abriendo las válvulas del agua y así se hundió en el puerto de Cartagena.  

En vista de que yo me quedé sin barco, pedí a las autoridades de Cartagena que me dieran destino en cualquier barco para ayudar a la República, y el día 10 de mayo de 1937 (8) me mandaron con siete marineros más al barco de pasajeros "Juan Sebastian Elcano" (9), que marchaba para la Unión Soviética a cargar armas y otros productos, poniéndole 2 cañones antiaéreos y 4 ametralladoras contra la aviación fascista, el día 11 por la noche salimos con rumbo a Odessa llegando el día 18 a puerto. Cuando el barco estaba cargado, a principio de junio y queríamos salir con rumbo a España recibimos un telegrama de Moscú en el que se nos decía que no podíamos salir porque en los Dardanelos nos esperaban submarinos italianos y alemanes, y así quedamos en Odessa hasta la terminación de la guerra. 
Esto ha sido un heroísmo, no solo del barco, también de las gentes que estábamos en él, la historia de este barco mucha gente no la conoce. 
Saludos comunistas.

José Conde Galiñanes. (10)




(1) Fuente: Archivo Histórico del Partido Comunista de España. 

(2) Según el 2º párrafo de la carta la fecha de la misma ha de situarse aproximadamente en el año 1966.

(3) Acorazado "Jaime I"

(4) Julio Iglesias Abeleira, sustituido por el capitán de navío Joaquín García del Valle.

(5) En la dotación del barco en esa fecha figura el Cabo de Marinería Julian Fernández Diego y consta como herido en la toma del barco, falleciendo poco después, estando ya el barco en Tánger. (Intervención Central del Ministerio de Marina y Aire de la República.Archivo Alvaro de Bazán. Datos sobre el fallecimiento: Victoria Fernández Díaz )

(6) Se refiere a Gines Gonzalez Picazo, Cabo Electricista con destino en el "Jaime I" en esa fecha, según consta en la Intervención Central del Ministerio de Marina y Aire de la República. (Archivo Alvaro de Bazán). Benavides, en su libro "La Escuadra la mandan los Cabos", también atribuye a este cabo la autoria o participación directa en la explosión, de él dice:  Figuraba en la dotación un cabo electricista, de las promociones hechas por Ángel Cervera, tipo meloso, de un catolicismo infrahumano. Pertenecía a la Orden de la Misericordia. Tenía manos de usurero de sacristía y manejaba los alambres como si fueran cuerdas de su propio cuerpo. El cabo electricista tampoco se encontraba a bordo el 17 de junio de 1937.

(7) Mucho se ha escrito y especulado sobre los motivos que provocaron la explosión que se produjo en el "Jaime I" el 17 de junio de 1937, mientras se encontraba atracado en el puerto de Cartagena. Son varios los testimonios de otros supervivientes y testigos, entre ellos el del Comisario General de la Flota, D. Bruno Alonso. Existen varias versiones e hipótesis de lo sucedido, entre las que destaco el trabajo llevado a cabo por el historiador Pedro Mª Egea Bruno, de título "Contribución al estudio de la Flota Republicana durante la Guerra Civil: La voladura del acorazado Jaime I en el puerto de Cartagena", publicado en Mugertana, núm:93 (1996).  En este otro enlace: "La explosión del Jaime según Benavides" se aportan datos que apuntan a que dicha explosión fue un acto de sabotaje.

(8)) Existe un lapsus o error del autor en esta fecha, toda vez que la explosión en el "Jaime I" se produjo en junio de 1937, y José Conde, según consta en los Archivos, se encontraba a bordo del acorazado.

Vapor "Juan Sebastian Elcano"
Imagen:EcuRed
(9) El 18 de julio de 1936, el trasatlántico "Juan Sebastián Elcano" de la Compañía Trasatlántica, (no confundir con el Buque Escuela del mismo nombre),  se encontraba en San Juan de Puerto Rico. De allí zarpó en viaje a Santo Domingo, La Guaira y Puerto Cabello y después de recalar de nuevo en San Juan, hizo viaje directo a Barcelona, a donde arribó el 15 de agosto.  A su llegada fue requisado por el Gobierno de la República para el alojamiento de refugiados, situación en la que permaneció hasta el mes de octubre. Ante la necesidad que tenía el Gobierno de la República de disponer de barcos de capacidad y velocidad para asegurar el suministro de armamento y municiones, a partir del 15 de enero de 1937 el trasatlántico español comenzó a viajar a Odessa, puerto principal de la URSS en el Mar Negro. (Fuente : EcuRed).

(10) Destinado en el "Jaime I". Cabo de Artillería en 1936, asciende a Auxiliar de Artillería  a finales de 1937, según consta en la Intervención Central del Ministerio de Marina y Aire de la República. (Archivo Alvaro de Bazán)


Benito Sacaluga



ENLACE DE INTERÉS







miércoles, 14 de noviembre de 2018

LA OPERACIÓN "ÚRSULA" Y EL ATAQUE NAZI AL SUBMARINO REPUBLICANO "C-3"








El U-34 nazi.
(1) El 20 de noviembre de 1936 largaron amarras de su muelle en Kiel (Alemania)) dos unidades de la 2ª Flotilla de Submarinos. En este caso los submarinos U-33 y U-34 no salían a la mar para dirigirse a realizar rutinarios ejercicios en sus zonas del Báltico, sino para llevar a cabo una misión secreta en aguas españolas.

Ambos submarinos habían sido entregados a la Marina alemana pocas semanas atrás, el 25 de julio y el 12 de septiembre, bajo el mando de los Kapitänleutnant (KL) Junker y Sobe, respectivamente. Encontrándose ambas unidades todavía en su fase de adiestramiento -mediados de noviembre-, recibieron la orden del OKM (Mando Superior de la Marina alemana en Berlín) de pertrecharse para una misión especial. De todas formas lo comandantes iniciales fueron relevados. El mando del U-33 fue entregado al KL Freiwald, mientras el KL Grosse tomada el mando del U-34. Una vez aprovisionados convenientemente, incluidos 11 torpedos y ochenta proyectiles para el cañón de cubierta, ambos comandantes dieron la novedad de listos para salir a la mar el 20 de noviembre.

En España, tras el comienzo de la guerra civil (2), la mayor parte de la Flota había quedado en manos del Gobierno republicano. La Marina republicana disponía de los 12 submarinos de la marina española. Desde su base en Cartagena estas unidades operaban en su mayoría contra el transporte de tropas y avituallamiento de los nacionales (2) desde los puertos marroquíes a la península. Para intentar equilibrar esta desproporción de fuerzas el OKM en Berlín comisionó al U-33 y al U-34 en apoyo de las fuerzas nacionales. En opinión del Estado Mayor de la marina alemana se conseguían dos fines con esta operación. Además de buscar seguridad de las unidades de superficie alemanas que evacuaban personal de los puertos españoles (3), se intentaba recabar experiencias sobre el empleo de estos nuevos tipos de submarinos en misiones a gran distancia de su base.

La operación había recibido el nombre-código de "Úrsula". A efectos de tráfico-radio, los dos submarinos recibieron distintivos de enmascaramiento correspondientes a mercantes de nacionalidad sueca e inglesa. A partir de su salida a la mar el U-33 se identificaría como "Poseidón" y el U-34 como "Tritón". Ambos submarinos alcanzaron rápidamente el mar del Norte a través del canal de Kiel. En la noche del 27 al 28 de noviembre los KT Freiwalad y Grosse pasaron el estrecho de Gibraltar, internándose en el sector de las aguas costeras españolas asignadas a la Marina británica por la Comisión Internacional..

En las primeras horas de la mañana del 1 de diciembre de 1936 el KL Grosse lanzó un torpedo contra un destructor republicano que entraba en Cartagena, fallando el blanco. A lo largo del día se divisaron algunos mercantes bajo pabellón soviético, escoltados por tres destructores. Aunque el U-34 llegó a alcanzar la posición de lanzamiento, el convoy entró en puerto antes de poder ser atacado.

No marcharon las cosas mucho mejor para el U-33, que operaba a la altura de Málaga. El KL Freiwald  divisó un convoy que navegaba en dirección a Almería , encontrándose demasiado lejos para poder interceptarlo. Debemos destacar el importante papel que jugaron las instrucciones verbales que ambos comandantes habían recibido en Berlín para el desarrollo de la operación, para asegurarse de que no se hundiría ninguna unidad que navegase bajo pabellón francés o inglés, las acciones se llevarían a cabo solamente dentro de las tres millas de las aguas españolas y, además, solo contra buques de guerra o mercantes bajo bandera republicana o soviética. Asimismo los ataques se realizarían de forma que las acciones no pudiesen ser observadas.

El 9 de diciembre los U-33 y U-34 recibieron por radio la orden de regresar a su base a los tres días, ya que no se podía garantizar la operación de aprovisionamiento encubierto prevista en un principio. En los días siguientes la mar se encontraba despejada, sin que ningún posible blanco se cruzase con la derrota de los submarinos. Sin embargo, el último día llegó el éxito para la Operación Úrsula por parte del U-34. Precisamente cuando se disponía a abandonar su zona de operaciones, a mediodía del 12 de diciembre, el KL Grosse pudo atacar a un submarino republicano de la clase "C" a la altura del puerto de Málaga. El blanco se encontraba parado en superficie. Aunque el destructor británico "Acasta" patrullaba en las inmediaciones, el Kl Grosse se decidió por un ataque con torpedos. Disparados a las 14.19, uno de los cuatro torpedos impactó en el blanco, produciendo el inmediato hundimiento del submarino. Tres hombres de la dotación que se encontraban en cubierta sobrevivieron, siendo rescatados por el buque hospital "Ártabro" y llevados a puerto.

El blanco hundido por el U-34 fue el submarino republicano "C-3", bajo el mando del teniente de navío Antonio Arbona Pastor.

Se ha especulado mucho en algunas publicaciones sobre la posibilidad de que la pérdida del "C-3" se debiera al ataque con torpedos por parte de un submarino italiano. Podemos desmentir categóricamente dicha versión en base al conocimiento actual de los resultados obtenidos con la Operación Úrsula. Los dos submarinos alemanes volvieron al Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar sin ser detectados. Para encubrir sus acciones en aguas españolas recibieron órdenes directas  del OKM para falsear los cuadernos de bitácora. Los rumbos y zonas de operaciones registradas no se ajustaron a la realidad. Las maniobras de inmersión se llevaron a cabo sin buques o aviones a la vista, pasando el Canal de la Mancha durante la noche. Finalmente en las órdenes recibidas para su regreso se especificaba que ambas unidades debían llegar juntas a la esclusa de Brunsbüttel (4), donde les esperaba el jefe de la Fuerza Submarina (FdU) para recibir las primeras impresiones.

Con el regreso final de los U-33 y U-34 se conseguiría el primer éxito del planeamiento y conducción de una misión con dos submarinos alemanes en un posible frente lejano. Antes de la llegada a su base las dotaciones fueron estrictamente adoctrinadas para mantener un silencio absoluto sobre la operación. Asimismo, en la tarde de su llegada a puerto, los dos comandantes tomaron el expreso nocturno hacia Berlín, donde elevaron personalmente su informe al OKM.

Un año más tarde todos los documentos, crónica e informe archivados sobre la Operación Úrsula fueron destruidos. Sin embargo, quedaron fragmentos de algunos apuntes personales del entonces comandante de la Fuerzas de Reconocimiento, contralmirante Boehm, quien más tarde, llego a ser el almirante de la Flota. Estos escasos apuntes sobrevivieron a las turbulencias de los últimos días de guerra, y a ellos debemos agradecer la posibilidad de esclarecer la misteriosa operación que causó el hundimiento del submarino español "C-3". También se conocen los hechos posteriores acaecidos a los dos submarinos alemanes.

El U-33 cayó ante el enemigo el 12 de febrero de 1941. El submarino, bajo el mando del KL von Dresky, fue hundido por el dragaminas británico "Gleaner" en el Firth of Clyde, durante un ataque con cargas de profundidad. Veinticinco miembros de su dotación se fueron al fondo dl mar con su submarino.

El U-34, bajo el mando dl teniente de navío Aust, se hundió el 5 de agosto de 1943 tras colisionar con el buque de apoyo de submarinos "Lech". Cuatro hombres de su dotación encontraron la muerte en el accidente. El submarino fue reflotado el 29 de agosto, siendo dado de baja dos semanas después.

De los comandantes que tomaron parte en la Operación Úrsula solamente sobrevivió a la guerra el capitán de navío Freiwald. Su último mando fue el U-181, que fue entregado a la Marina japonesa el 8 de mayo de 1945, bajo cuya bandera navegó como el I-501. El capitán de corbeta Grosse recibió el mando del U-53, cayendo con su submarino el 23 d febrero de 1940 al oeste de las islas Orcadas, tras un ataque con cargas de profundidad por parte del destructor británico "Gurkha".



(1) Del libro "U-boote in Duell", de Harald Bendert. Extracto traducido al español por el capitán de navío Luis Delgado Bañón. Publicado en Revista de Historia Naval, Nº 67. 1999.


(2) Nota del Blog: Es habitual que los historiadores y cronistas denominen Guerra Civil al conflicto armado que se inició en España en julio de 1936, a raíz del alzamiento en armas de parte del Ejército contra el,legítimo Gobierno de la República. En la actualidad, aunque muy lentamente, dicho conflicto empieza a ser denominado como Guerra de España por no pocos investigadores e historiadores, principalmente a causa de que se trató de una guerra en la que participaron activamente potencias extranjeras, tales como Alemania e Italia actuando en apoyo de los sublevados, mientras la Unión Soviética hacía lo propio en favor de los ejércitos gubernamentales, todas ellas movidas por sus particulares intereses. 

También es habitual que para referirse al ejercito sublevado se utilice el término "ejercito nacional". Un término totalmente, digamos que, inapropiado, toda vez que la Nación española estaba únicamente representada por el Gobierno de la II República desde 1931, y así era reconocida internacionalmente. 

(3) Esta afirmación sobre la existencia de barcos mercantes nazis evacuando personal de puertos españoles, (en 1936), debe tratarse de un vano intento de "blanquear" el motivo de la operación, o como mucho debe de referirse a ciudadanos alemanes. En mi opinión, y según los datos de los que dispongo, no había mercantes, ni barcos de pasaje alemanes en el Mediterráneo realizando labores de evacuación, por tanto cabe descartar la afirmación de Bendert (o del traductor) de que la Operación Úrsula tenía como uno de sus cometidos proteger buques mercantes alemanes dedicados a la evacuación de personas desde puertos españoles.

(4) Esclusa de entrada a orillas del Elba para tomar el canal de Kiel en dirección noroeste.


Benito Sacaluga.


Enlace de interés, con lista de la tripulación del "C-3"


miércoles, 7 de noviembre de 2018

EL SUBMARINO REPUBLICANO "C-5" , OTRO HUNDIMIENTO SIN ACLARAR




El C-5 cargando torpedos
Imagen:cuartopoder
Málaga 25 de agosto de 1936, siete días después del alzamiento militar, allí se encuentra el submarino republicano "C-5", lleva en Málaga un par de días, desde que bajo el mando del contramaestre Jacinto Núñez, recibiera órdenes de partir de Cartagena. La situación, con el levantamiento militar tan reciente, es aún de confusión y sobre todo de desconfianza hacia los oficiales y mandos del Cuerpo General que se encuentran destinados en la Flota. En este contexto, el "C-5" no cuenta con comandante, tampoco con segundo ni oficial de derrota.

El citado día 25 embarca en el submarino, como comandante del mismo, el capitán de corbeta José María de Lara y Dorda, procedente del "C-1". El Comité de a bordo sería el encargado de vigilar a De Lara en evitación de alguna maniobra que pusiera al submarino en manos fascistas, o incluso que provocara su hundimiento. Esta era la tónica normal en todos los buques de la Flota y especialmente en los submarinos. Con el comandante De Lara a bordo el buque recibe órdenes de partir esa misma noche con rumbo a Tánger.

Capitán de corbeta
José María de Lara y Dorda

(Imagen: batiburrillosubmarino)

Las tropas sublevadas vigilan desde tierra las aguas del Estrecho, por la noche se ayudan de potentes reflectores. Ante esta situación se decide hacer la travesía en inmersión. El comandante se opone, alegando la existencia de fuertes corrientes atlánticas que podrían hacer perder el rumbo al buque y recomienda navegar en superficie. El Comité se opone frontalmente y se decide navegar en inmersión. Acto seguido, y según versión del cabo Ramón Cayuelas Robles, destinado en el "C-5":
"...en la cámara se reúnen el comandante, José María de Lara, el capitán mercante Avelino Bernadal, el jefe de máquinas, Eusebio Fernández, el contramaestre, Jacinto Núñez y José Porto, jefe del Comité de a bordo"
Como ya se ha dicho antes, el "C-5" no cuenta con oficial de derrota y por tanto el rumbo es calculado y fijado por De Lara. Hecho lo anterior el comandante se retira a su camarote, quedando a cargo del submarino Avelino Bernadal y Jacinto Núñez.

Cabo Ramón Cayuelas Robles
(Imagen:batiburrillosubmarino)


En su versión de lo sucedido, el cabo Cayuelas nos dice:
"Sobre las dos de la madrugada, un tremendo golpe nos tiró de las literas. El susto fue tremendo también, el submarino se quedó frenado bruscamente y el comandante acudió a la cámara de mando y puso a toda la dotación en zafarrancho de combate. La popa giraba de un lado al otro sin que avanzase el buque. Al principio se pensó en que habíamos tocado con el casco de algún barco hundido en el Estrecho, pero por el periscopio pronto supimos que estábamos varados de proa en una playa de la costa de África, más o menos frente a Tarifa".
La ciudad de Tarifa (Cádiz) se encontraba ya en esas fechas en manos de la tropas sublevadas. El 18 de julio de 1936 la legalidad republicana quedó interrumpida ante la rebelión de las tropas franquistas. Desde el primer momento de la sublevación Tarifa cayó sin dificultad en manos del ejercito rebelde. El mismo 18 de julio desembarcaron en la ciudad tropas sublevadas procedentes de África. Concretamente una bandera de la Legión en dos faluchos, “el Pitucas” y “Nuestra Señora del Pilar”, facilitados por el Consorcio Nacional Almadrabero. Al frente de estas tropas entraron dos destacados miembros de la derecha local, los señores Mora Figueroa y Romero Abreu, además de Martínez Toledo, Juan Avenza, etc. La toma efectiva, y definitiva, de la ciudad se produce el 24 de julio, día en que entran en la ciudad tropas de regulares y marroquíes. 

La situación en Tarifa era conocida por todos, también por el comandante del "C-5". Varar el submarino en sus costas era una excelente operación para que quedase, junto con su tripulación, en manos sublevadas. Toda la dotación del submarino acusó a de Lara de haber trazado el rumbo con esa intención.

Ante la situación en que se encuentra el buque es urgente recuperar su movilidad. El cabo Cayuelas nos relata:
"Nos pusimos manos a la obra inmediatamente para recuperar el submarino, trasvasando combustible a los tanques de popa y aligerando los lastres, pero sin resultado positivo. La proa seguía clavada en la arena. Pensábamos que después de todo había sido una suerte que fuese precisamente arena y no roca, pues en este caso el golpe tan brusco nos habría producido una vía de agua y allí nos hubiésemos quedado, para siempre.
El comandante, José María de Lara, aconsejó calma y pidió que se esperase hasta el amanecer porque la subida de la marea nos ayudaría bastante, pero el Sr. Porto se puso furioso ante lo que sospechaba una maniobra del comandante, porque el esperar suponía que se haría de día en plena zona enemiga. Finalmente y a pesar de habernos desprendido de una buena parte del combustible, hasta que no subió la marea, la proa no se despegó del fondo. Con las primeras horas de la mañana nos alejamos protegidos por una espesa niebla".
Ya con capacidad de navegar el "C-5" se dirige al destino ordenado, Tánger, a donde arriba en las primeras horas del día 26, pero no acaban aquí las incompresibles peripecias y actuaciones del "C-5" al mando de José María de Lara. Ese mismo día, saliendo de Tánger rumbo a Bilbao, embistió con su proa al submarino republicano "C-1", que tuvo que regresar a Cartagena a reparar. El 2 de septiembre de 1936 avistó al crucero "Almirante Cervera" en las inmediaciones del cabo Peñas, retrasando el lanzamiento de los torpedos. A finales de octubre de 1936, lanzó cuatro torpedos al acorazado sublevado "España", que navegaba desprevenido, fallando todos pese a la excepcional situación, lo que sólo se explica por una manipulación previa en los giróscopos. Con este historial, es evidente que el comandante del C-5 despertaba algo más que sospechas. 

Las situaciones extraordinarias siguen a bordo del "C-5". Una noche de mediados de octubre, en la que el buque se hallaba fondeado en la base de Portugalete, una cuadrilla de individuos armados sorprendieron a los marineros de guardia, los desarmaron, les dijeron que se largaran y se apoderaron de él. Eran gudaris que actuaban como agentes del gobierno vasco. El Estado Mayor republicano gestionó el desalojo con las autoridades vascas y el asunto se resolvió sin estridencias. El jefe de guardia, que era el cabo Cayuelas, fue sometido a un Consejo de Guerra, pero se salvó de la pena máxima gracias a la intervención del jefe del Comité de a bordo, José Porto, quedando Cayuelas relevado, en tierra y sin destino.

El 31 de diciembre de 1936, pasadas las siete de la tarde, el submarino salió del puerto de Bilbao para realizar una misión. Apenas 24 horas después, unos pescadores avistaron una gran mancha de aceite cuando regresaban a puerto, a unas once millas al norte de Ribadesella (Asturias). Hacía horas que la señal del C-5 había desaparecido. Algunos restos confirmaban que la mancha pertenecía al buque y que el submarino había sido hundido. 

La incógnita sobre lo que ocurrió con el hundimiento del C-5 sigue abierta. Hay conjeturas diversas que van desde el autohundimiento provocado por el comandante, aprovechando el despiste, o quizá la celebración de fin de año a bordo, hasta un ataque del "Cervera". Otros apuntan a la explosión de una carga de profundidad.  En todo caso, el cabo Cayuelas dejó escrito en un libro (1), que de no haber sido porque el comandante De Lara era simpatizante de los sublevados, el "C5" habría mandado al "España" y al "Cervera" al fondo marino. Según publica la web batiburrillo submarino, 
"...oficialmente y así consta en el expediente de rehabilitación del comandante, este tenía planes para apoderarse del submarino, para ejecutarlos disponía de una pistola, dinamita y una botella de amoniaco, además existe una declaración en la que se cuenta como el comandante Lara dijo que si no conseguía hacerse con la nave la hundiría y moriría con toda la tripulación". El capitán de corbeta Lara consta como muerto en campaña por la causa nacional".
La viuda de De Lara obtuvo la pensión de guerra de las autoridades franquistas.

Por desgracia, oficiales del Cuerpo General como José María de Lara abundaban en la Flota Republicana, y con mandos así se hacía muy difícil ganar una guerra. Tal y como dicen varios de mis amigos, habría sido preferible que la Flota hubiese quedado totalmente en manos de los oficiales, mandos y cabos, de demostrada lealtad al gobierno de la República, pero eso era decisión de Indalecio Prieto, ministro de Marina, y todos sabemos que Prieto no hizo más que equivocarse desde que asumió esa cartera en septiembre de 1936 y hasta que Negrín le destituyó en abril de 1938.

(1) LISTA DE LOS 40 DESAPARECIDOS EN EL SUBMARINO 'C-5' 

  • Capitán de corbeta José María Lara y Dorda
  • Capitán de la Marina Mercante Florentino Lacalle Quijano
  • Capitán de la Marina Mercante Avelino Bernadal
  • Segundo Maquinista Eusebio Fernández Vázquez
  • Tercer Maquinista Mariano Sánchez Velasco
  • Tercer Maquinista Diego Martínez Otón
  • Tercer Maquinista Mario Montenegro Vieites
  • Auxiliar 2º Naval Jacinto Núñez Núñez
  • Auxiliar 1º Elect. y Torpedos Miguel Ruiz Vazquez
  • Auxiliar 2º Elect. y Torpedos Mariano Marcos Cuesta
  • Auxiliar 2º Elect. y Torpedos Genaro Pérez Dopico
  • Auxiliar 2º Radio José Porto Vigo
  • Auxiliar 2º Máquinas Luis Orcajadas Sánchez
  • Auxiliar 2º Máquinas Donato García Valverde
  • Cabo Radio Joaquín Suárez Suárez
  • Cabo Electricidad Bartolomé Hernández Salazar
  • Cabo Electricidad Emilio Domínguez Pérez
  • Cabo Electricidad Antonio Linares Torromé
  • Cabo Electricidad José López Solano
  • Cabo de Marinería Ramón Gayol García
  • Cabo de Marinería Francisco Crespo Rivera
  • Cabo de Marinería Mariano Gómez Martínez
  • Cabo de Artillería Andrés Soto Rosauro
  • Marinero Cocinero José Izaguirre
  • Marinero de 1ª Ángel Pérez Piñero
  • Marinero de 1ª Pablo Florit Cervera
  • Marinero de 2ª Enrique Martín Portugués
  • Marinero de 2ª José Franco Sánchez
  • Marinero de 2ª Sebastián Asensio Méndez
  • Marinero de 2ª José Madrid Madrid
  • Marinero de 2ª Francisco Blanco
  • Marinero de 2ª Juan Leal Plaza
  • Marinero de 2ª José Costa Ferrer
  • Marinero de 2ª Antonio Moreno Buendía
  • Marinero Panadero Antonio Tadeo Roldán
  • Cabo Fogonero José Valera Martínez
  • Cabo Fogonero José navarro Linares
  • Fogonero Preferente Pedro Castejón García
  • Fogonero Preferente Juan Antonio Asensio Parra
  • Fogonero Preferente Diego Vera Valero


Benito Sacaluga.




Fuentes consultadas:

(1) Submarinos republicanos en la guerra civil española. Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo y José Ignacio González-Aller Hierro. Pgs.: 244 y 245.

La Guerra Civil en Tarifa. Juan Navarro Cortecejo. Aljaranda. Pag. 29.

Galicia Ártabra. Enrique Barrera Beitia. ¿Qué pasó con el C-5? (04-09-2017)

"El enigma del C-5, una jaula de grillos". Luis Díez. cuartopoder. (07-11-2018)

Web de batiburrillo submarino (06/03/2015)


 Lecturas recomendadas:

"Relatos inéditos de los submarinos republicanos de la guerra civil española C-5 y C-2". Ramón Cayuelas Robles.

"Submarinos republicanos en la guerra civil española" 2ª Edición año 2003. Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo y José Ignacio González-Aller Hierro. 







domingo, 4 de noviembre de 2018

LA REPÚBLICA RECOMPENSA A LOS MARINOS QUE HUNDIERON AL "BALEARES"


Placa Laureada de Madrid
La II República española mantuvo siempre un marcado carácter antimilitarista, de ahí que el pueblo mantuviera cierta indiferencia sobre los actos militares, también sobre las distinciones, condecoraciones y recompensas otorgadas a los militares, aunque hubo excepciones.

El combate de Cabo de Palos, (5 marzo de 1938), supuso el hundimiento del crucero sublevado "Baleares". Con la victoria en este combate crecieron las esperanzas republicanas sobre un resultado favorable de la guerra en el mar.

El Gobierno de la República no dudó en conceder condecoraciones a los marinos republicanos que intervinieron en el combate. La Placa Laureada de Madrid le fue impuesta al comandante de la escuadra, Luis González de Ubieta, el Distintivo de Madrid fue para las dotaciones y los buques.

En octubre de 1936 el Ejercito leal a la República incorporaba nuevos uniformes y distintivos, así el denominado Ejército Popular se hacia con una nueva y particular imagen. Por supuesto el cambio afectó de lleno a las condecoraciones. Se crearon nuevas condecoraciones, a saber:


  • Placa Laureada de Madrid, la más importante, de valor similar a la Laureada de San Fernando.
  • La medalla de las Brigadas Internacionales
  • Medalla de la Libertad
  • Medalla de Sufrimientos por la Patria
  • Medalla del Deber
  • Medalla del Valor
  • Placa del Valor
  • Distintivo de Madrid
  • Distintivo del Valor, estas dos últimas como recompensas colectivas.


Placa Laureada de Madrid


La Placa Laureada de Madrid, así denominada por considerarse a Madrid la capital mundial del antifascismo, concedida a González de Ubieta, había sido creada por Decreto el 5 de marzo de 1937, estaba pensada para premiar hechos extraordinariamente heroicos o de capacidad militar, y presenta ciertas peculiaridades que la hacen distinta del resto de recompensas.

El diseño oficial de la Placa mostraba una corona de laurel esmaltada en verde, sobre la que reposaba una estrella de cinco puntas rematada en rojo en cuyo centro había un medallón donde se puede ver un perfil ideal de la República y la inscripción "LA REPÚBLICA A SUS HÉROES", este medallón, así como el lazo de la corona de laurel, debían presentarse en bronce viejo.

Solo tres militares republicanos recibieron esta recompensa: el general José Miaja Menant (concedida el 12 de junio de 1937 por la defensa de Madrid), el general Vicente Rojo Lluch (concedida el 10 de enero de 1938 por la conquista de Teruel) y, finalmente, el capitán de corbeta Luis González de Ubieta (concedida el 16 de marzo de 1938 por el hundimiento del "Baleares".

Distintivo de Madrid


La existencia de gratificaciones colectivas permitió extender el agradecimiento a todos los participantes en el combate, ya que se trataba del éxito de una escuadra y no solo de un hombre. Así, buques y hombres recibieron el Distintivo de Madrid, recompensa que junto con el Distintivo del Valor había sido creada por Decreto el 23 de enero de 1938. 

El Distintivo de Madrid estaba equiparado en cuanto a méritos a la Placa Laureada de Madrid, hasta el punto de pasar a regirse según su Reglamento. Este distintivo lo ostentaban las banderas o enseñas de las unidades recompensables, aunque también existió un distintivo personal, que podía lucirse, bordado en seda verde, en la manga izquierda de la camisa. El diseño había de ser el mismo que el de la Placa Laureada de Madrid. Además, la bandera de la unidad (en este caso buque) ostentaría el mismo Distintivo en triple tamaño, amén de una corbata con los colores nacionales y dos pequeños distintivos bordados en sus puntas.

Para la ocasión que nos ocupa se creó otro diseño, detallado en una Circular de la Subsecretaría de Marina de agosto de 1938, (DO nº 196). Esta versión del distintivo refleja con meridiana claridad la misma esencia de la distinción, es decir el mito de la ciudad de Madrid como emblema de la lucha por la República española; de hecho, el diseño se corresponde totalmente con el escudo de la Villa de Madrid, bordado en oro y plata. Este modelo de distintivo aparece presentado en dos modalidades. La primera debía bordarse sobre un gallardete; en este caso los laureles se bordaban en verde, para que destacara sobre el amarillo de la enseña nacional. El otro modelo era para el uniforme. Ambos son idénticos y presentan bajo el escudo de Madrid la inscripción "6-3-1938" bordada en rojo.







Extractado de "Recompensas republicanas por el hundimiento del Baleares" Revista de Historia Naval. Nº: 59 (1997). D.Enrique García Domingo. Licenciado en Historia.





















lunes, 1 de octubre de 2018

EL HUNDIMIENTO DE LOS GUARDACOSTAS "UAD LUCUS", "UAD MULUYA" Y LA PATRULLERA "I-5"



Aunque se hable poco de ellos, o casi nada, además de destructores, cruceros y submarinos, otras unidades de las denominadas menores desempeñaron un importante papel en el seno de la Flota republicana. En esta entrada quiero hacerme eco de tres de estas unidades, concretamente de los guardacostas "Uad Lucus" y "Uad Muluya" y la patrullera "I-5".

Los guardacostas


"Uad-Muluya"
Imagen: Manilva Buceo
El "Uad-Lucus", y el "Uad Muluya", junto con el "Uad Kert", en julio de 1936 estaban adscritos a las  Fuerzas Navales del Norte de África (Ceuta), comandadas por el CN Jesús Mª Manjón Brandariz.  Sus nombres (Uad significa rio) hacen honor a Lucus y Muluya, dos importantes ríos marroquíes, el primero con desembocadura en el Atlántico, en la costa de Larache, y el segundo en el Mediterráneo, cerca de la costa argelina.  Eran buques de "segunda mano", adquiridos por la Armada tras haber servido en la I Guerra Mundial como arrastreros armados. El lote estaba compuesto por la siguientes unidades (denominación española): Uad-Kert, Uad-Lucus, Uad-Martin, Uad Muluya, Uad-Ras, Uad-Torga, Ardíla, Xauen de procedencia británica, y los Alcázar, Larache y Tetuán, de procedencia francesa. Todos fueron destinados a la vigilancia de costas bajo dominio español del Protectorado de Marruecos.

Los protagonistas de esta historia, el "Uad Lucus" y el "Uad Muluya", quedaron al servicio de la Flota republicana gracias a sus dotaciones, las cuales el 19 de julio de 1936 obligaron a sus respectivos comandantes a poner el barco rumbo al puerto internacional de Tánger, uniéndose allí a otras unidades leales a la República.

Como he comentando antes, se trataban de barcos pesqueros, arrastreros concretamente, de características bastante similares entre si, con una eslora aproximada de 38 metros, manga de 7 y un calado cercano a los 5 metros, su propulsión la proporcionaba una máquina de triple expansión y una caldera de carbón, obteniéndose una potencias de entre 490 y 550 CV que permitían una velocidad máxima cercana a los 11 nudos. Su armamento consistía en uno o dos cañones marca Vickers de 76,2 mm, y ametralladoras ligeras. Las dotaciones variaban entre 35 y 40 hombres.


La patrullera (1)



Patrullera "I-5"
Imagen: Manilva Buceo
La Compañía Arrendataria de Tabacos, para su flota de vigilancia marítima,  aprobó en 1.921,  la construcción de seis patrulleros de la clase "Inspector". Nuestra protagonista fue construida en 1.923 por la Compañía de Reparación y Construcción de Buques Euskalduna de Bilbao, tenía como característica distintiva su propulsión por motores diésel rápidos.


  • 2 Motores Sulzer de 4 cilindros. Potencia de 300 b.h.p. cada motor a 400 revoluciones por minuto, cilindros de 280 mm de diámetro por 320 mm de carrera. De dos tiempos.
  • Eslora: 33,50 metros
  • Manga máxima de 17 pies
  • Desplazamiento de 132 toneladas.
  • Calado a proa 1,5 metros.
  • Calado a popa 2,1 metros
  • Velocidad promedio 16,1 nudos.
  • Comunicación: T.S.H. (Telegrafía Sin Hilo) con una potencia de salida de ¼ kw.

Los hundimientos



El hundimiento de los dos guardacostas y la patrullera frente a las costas de Málaga tiene lugar el 9 de octubre de 1936, como consecuencia del ataque del crucero sublevado "Almirante Cervera". Luis Miguel Cerdera nos lo relata en su libro "Málaga Base Naval Accidental", páginas 237, 238, 239 y 240, relato que extracto a continuación:

"El día 9 de octubre la patrullera de Tabacalera "I-5" había zarpado de madrugada en compañía de los guardacostas "Uad-Lucus" y "Uad-Muluya". Su misión consistía en cañonear, muy cercanos al litoral, las avanzadillas del ejército sublevado en un intento de frenarles el avance por la costa, ya que la vanguardia se encontraba muy cerca a la localidad de Manilva, cerca de Estepona... 
...En rumbo hacia Estepona, los tres barcos cañonearon intensamente las primeras líneas del frente costero, por lo que inmediatamente en la Comandancia Militar de Ceuta se recibió un cable solicitando apoyo para intentar anular el fuego que los tres barcos les hacían desde el mar impidiéndoles el avance...Los guardacostas fueron detectados en un primer momento por el hidroavión nacional Dornier nº4, que los ametralló y lanzó dos bombas de 50 kg. que no hicieron blanco. Posteriormente notificó a la Base de Ceuta la posición de los tres buques... No seriamos demasiado atrevidos al informar que desde la propia Base se transmitió la posición de los tres buques a las fuerzas sublevadas...  
...D. Francisco Moreno, capitán de navío, que ya ocupaba la Jefatura de la Marina sublevada, mando zarpar al crucero "Almirante Cervera"...
...A las 16,30 horas comenzaron a caer cerca de los "Uad" una inmensidad de proyectiles provenientes de la artillería principal del crucero... no dieron ninguno en el blanco, incluso bastantes de ellos hicieron impacto contra la costa... 
...Los guardacostas emprendieron la huida a duras penas hacia su Base en Málaga, pero los escasos 10 nudos que daban sus calderas a toda máquina nada pudieron hacer contra los 33 nudos del "Cervera" y sus 9.000 Tn. que se les venían encima...El crucero empezó a utilizar sus torres secundarias, las cuales resultaron mucho más efectivas...con su artillería secundaria de 101 mm empleó solo veintidós disparos para eliminar en tal desigual combate a los tres pequeños buques republicanos.

Crucero "Almirante Cervera"
Imagen: http://tecnologia-maritima.blogspot.com

...Los tripulantes del "Uad Muluya" abandonaron el barco a toda prisa y subieron a los botes salvavidas poniendo rumbo hacia la costa, todos ellos consiguieron salvar la vida. Mientras remaban apresuradamente acercándose a tierra, vieron como su barco era barrido y hundido por el fuego del "Cervera", Posteriormente el crucero centró su atención en el "Uad Lucus" cuya tripulación no corrió tanta suerte. Con el barco se hundieron varios miembros de la dotación. Descansan a unos cientos de metros de la costa malagueña, a la altura de la Torre de Guadalmansa, 8 km. al Este de la localidad de Estepona. 
...El comandante al mando de la patrullera de Tabacalera "I-5", en una hábil maniobra al verse acorralado por el veloz y desigual oponente, procuró ponerse a salvo embarrancando en la costa, hecho que logró, salvando la vida a todos sus tripulantes. Mientras corrían hacia el interior, lograron ver como su embarcación era cañoneada intensamente y quedó en tal mal estado, embarrancada en la orilla, que los sublevados, unos meses más tarde, tras la caída de la ciudad, no pudieron recuperarla debido a los grandes daños ocasionados."

Como no estar de acuerdo con Luis Miguel Cerdera, cuando nos dice que los dos guardacostas y la patrullera deberían haber contado con la protección de un submarino. A buen seguro que las tripulaciones de los tres barcos pensaron lo mismo cuando se les encomendó la misión, pero la llevaron a cabo. Siempre igual, las consecuencias de un ministro de Marina inútil, unos mandos desafectos a la República y traiciones sin fin, unas actuaciones nefastas y unos comportamientos incalificables de los mandos y el Ministerio, que primero pagaron con sus vidas los marinos republicanos y después España entera durante más de 40 años.



Benito Sacaluga




(1) Manilva Buceo (extractado)



miércoles, 19 de septiembre de 2018

SUBMARINO B-6, A LOS 82 AÑOS DE SU HUNDIMIENTO.






(1). Hoy se cumplen 82 años del hundimiento del submarino republicano "B-6", (19-09-1936).



Hundimiento del "B-6"
Imagen: Foro Historia Marítima. Webmar


El combate


El 15/09/36 el "B-6" sale de Cartagena para Bilbao, con un cargamento de 25 toneladas de municiones de fusil en cajas para el Ejercito del Norte, al mando está el AN Oscar Scharfhausen, que  Antonio Ruiz había sacado de la cárcel para el viaje. El mando militar lo llevaba el jefe de máquinas.

Paralelamente, en las primeras horas del día 19, el destructor “Velasco” salió de Ferrol al mando del CC Francisco Núñez para una operación de minado, muy abierto de tierra. La mar está en calma y el cielo despejado. En la operación de minado los bous tenían misión de escolta y vigilancia. 

A 08.30, cuando se encontraba a 25 MN al 020 de cabo Blanco, el “Velasco” avista un submarino en superficie, muy lejos, por lo que aumenta la velocidad a 25 nudos haciendo por él, pero el submarino se sumerge desapareciendo.

A 09.15 vuelve a su rumbo primitivo, encontrándose a 11.15 con el bou “Ciriza” (TN Manuel Seijo) y el remolcador “Galicia” (AN Federico S. Barcáiztegui) que estaban en su misma orden de operaciones, a los que apercibe de la presencia del submarino, volviendo a 12.30 al 090 primitivo.

A 14.30 el “Velasco” recibe por fonía una llamada del “Galicia”, avisando de la presencia del B-6 a unas 15 millas al N de cabo Peñas por lo que invierte el rumbo y se dirige en demanda de ambos a régimen de 27 nudos.

El “Galicia” al 070, había detectado al B-6 por su popa e intenta avisar al “Ciriza” pero este no se da cuenta, continuando al mismo rumbo a 3 MN por su proa por lo que decide enfrentarse el solo con el enemigo, abriendo fuego con su cañón de proa de 57 mm. El B-6 hace inmersión intentando el remolcador pasar por encima de su estela para lanzarle cargas de profundidad, de pronto el B-6 hace superficie y abre fuego de cañón dos veces contra el remolcador a 1.500 metros haciendo blanco las dos veces.

A 15.15 aparece el “Velasco” en el horizonte y en zafarrancho de combate a 15.42 abre fuego con el cañón de proa (los telémetros marcaban en ese momento 6.440 metros), una de las salvas alcanza la sala de maquinas del B-6 obligándolo a rendirse a 15.47, el B-6 no contestó a los disparos, yo creo que ni vieron al destructor. Entre los tres barcos recogen a los náufragos, 36 en total, quedan a bordo dos más, (¿o uno?), que abren las ventilaciones, ayudando al hundimiento del submarino y desapareciendo con él. Eran las 16.40.

Estos son los hechos, por los que le concedieron la laureada al comandante del “Galicia”.

Cosas que no están claras:
  • Los disparos que dice haber realizado el "Galicia, 150 de cañón de 57mm, 97 de 47 mm y 2.000 de armas ligeras.
  •   Que hizo blanco varias veces en el B-6.
  • Que recibió cinco impactos directos del B-6
  • Que le lanzó una carga de profundidad.
  • Que el combate entre el remolcador y el submarino duro 180 minutos.
  • La historia de la válvula del acústico olvidada abierta al hacer inmersión, que sembró el pánico e hizo salir al submarino.
  • El rumbo que tomo el B-6, ¿era par dejar el cañón en ángulo muerto o para largarse?
  • ...


Los actores


Submarino "B-6"

El "B-6" fue el último de una serie de seis construidos en la SECN de Cartagena, con licencia de la Holland Boat, pertenecía al tipo F-105 de 564/716 Tons. Montaba dos diésel NESELCO de 700 CV a 367 rpm y dos eléctricos de 210 CV a dos ejes, le daban una velocidad de 16 nudos en superficie y 10,5 en inmersión a full y 125 MN en económica a 4 nudos. Tenía doble casco y once compartimentos estancos, su cota máxima de joven era 60 metros, en el momento de los acaecimientos 30 metros, el estado general aunque gastado, era bastante bueno y bien mantenido, las baterías Tudor de 120 elementos estaban bastante enteras.


El "B-6" y su tripulación
tras batir el record mundial de inmersión, 72 horas, en 1927.
Imagen:  Foro Historia Marítima. Webmar

Como ayudas a la navegación llevaba, dos periscopios Kelmorgen Optical, el de ataque con “telémetro” Zeiss para lanzamiento de torpedos, giroscópica Sperry, sonda acústica, corredera, gonio, dos transmisores/receptores Marconi, unos elementales equipos de escucha submarina y un equipo de señales submarinas con un alcance de un par de millas.

Como armamento cuatro TLT, dos a proa y dos a popa de 450 mm con una dotación de ocho unidades W-150 y un cañón de tiro rápido con capacidad antiaérea 76.2/45 con una dotación de 200 proyectiles.

La dotación era de 37 personas.

En el momento que nos ocupa, hay serias dudas de que fueran capaces y tuvieran ganas de lanzar torpedos con cierto éxito, había cajas de municiones por todo el barco, el comandante desganado, de segundo iba el jefe de maquinas, el oficial de derrota era un piloto de la mercante sin experiencia en submarinos. Ninguno de ellos tenía experiencia en combate, pero el cañón lo manejaron con destreza en tiro rasante. Era un submarino haciendo de carguero.

Destructor "Velasco"


Destructor "Velasco"
Imagen: Wikipedia

Pertenecía a la serie ALSEDO, 1164 ton, 86 mts de eslora por 8.25 de manga y 3 de calado, cuatro calderas acuatubulares Yarrow, con chimeneas independientes, dos grupos de turbinas SECN-Parsons de 16.500 CV cada, dos ejes que le imprimían una velocidad máxima de 34 nudos, a marcha económica tenia petróleo para 2.500 millas.

Tripulación 86.

El armamento estaba compuesto por tres cañones de 101,6/50 Vickers, de tiro rápido, eran manuales, pero el proyectil llevaba el casquillo incorporado, más dos antiaéreos de 47 mm, dos montajes dobles para torpedos en cubierta, varaderos para 60 minas y cargas de profundidad.

Levaba una dirección de tiro bastante buena, con una tripulación veterana muy adiestrada, con un comandante de los “pata negra” y un director de tiro que era un “manitas”.

Remolcador "Galicia"


Remolcador "Galicia"
Imagen:  Foro Historia Marítima. Webmar
Ex "Saint Clement" inglés, de 350 ton, máquina alternativa y caldera escocesa de carbón. De este barco tengo pocos o ningún dato, fue luego el RR-11. El armamento era un poco pobre para enfrentarse a un submarino en superficie. Parte de la tripulación demostró ser muy valiente.

Bou "Ciriza"

Bou, pesquero artillado, "Ciriza"
Imagen: Asturias Republicana

Ex "Ciriza nº 4", ex "Gros Beak ingles, de 262 Ton., máquina alternativa y una caldera escocesa de carbón. Me pasa igual que con el anterior, volvió en 1938 a la pesca. Del combate ni se enteró.





(1) Publicado por Sebastian Cabot, (24-10-2008), en la web de Marinos Mercantes, webmar, en su Foro de Historia Marítima.



lunes, 10 de septiembre de 2018

EL CORTO MANDATO DEL JEFE DE LA BASE NAVAL DE CARTAGENA (1936)






El seis de julio de 1936, los generales golpistas ya tenían muy avanzados sus planes, retomados nada más formar gobierno Azaña el anterior 19 de febrero. El ocho de marzo, antes de que Franco iniciase su “destierro” a Canarias, se reunió en Madrid, en el domicilio de un jefe de la CEDA, con varios generales, Emilio Mola, Luis Orgaz Yoldi, Villegas, Joaquín Fanjul, Ángel Rodríguez del Barrio, Miguel García de la Herrán, Manuel González Carrasco, Andrés Saliquet y Miguel Ponte, junto con el coronel José Enrique Varela y el teniente coronel Valentín Galarza. La suerte estaba echada.


En la foto el General Orgaz en Barcelona, acabada la guerra.
Era un gran enemigo de la República, por lo que intervino en todas las conspiraciones que se organizaron para derrocar este sistema político. Su implicación en la sublevación de Sanjurjo le llevó a prisión. En 1936 reaparece en escena para participar en el levantamiento del 18 de julio.

Ante los constantes rumores de golpe militar, el gobierno de la República confiaba en su capacidad para desmontar cualquier intento de golpe o levantamiento militar, tal y como lo hizo en el intento del general Sanjurjo en 1932, sin embargo, según Paul Preston, el Director General de Seguridad, organizó la instalación de numerosas escuchas telefónicas en todos aquellos lugares donde se estaba urdiendo la conspiración. Para el mes de mayo ya tenía confeccionada una lista de 500 implicados en la conspiración que entregó al presidente Azaña y al jefe del gobierno, Casares Quiroga, con la recomendación de que se procediera a sus detenciones. Pero Azaña y Casares Quiroga no hicieron nada al respecto y los preparativos golpistas continuaron.

Así llegamos al cinco de julio, fecha en la que el almirante D. Francisco Márquez Román se hace cargo de la Base Naval Principal de Cartagena. El almirante, recién ascendido, venía de desempeñar el cargo de Jefe de la Jurisdicción Gubernativa de Madrid y de la Sección de Personal del Ministerio . Diario Oficial del Mº de Marina del 16 de mayo de 1934.

En el Arsenal es recibido por el almirante Camilo Molins Carreras, jefe accidental de la Base, el contralmirante Navía Osorio, jefe de las flotillas de destructores, y por los señores Gámez jefe de Estado Mayor de la Base, Bastarreche jefe de E.M. de las flotillas de destructores, capitán de fragata don Antonio Alonso y el coronel de Artillería Manuel Bruquetas.

Inmediatamente el almirante Márquez toma posesión del mando. El acto tuvo lugar en el salón de recepciones, en presencia de todos los Jefes de Cuerpos, Servicios y Comandantes de barcos afectos a la Base y de los oficiales más caracterizados de los Cuerpos Auxiliares de la Armada. 

Un día más tarde, el seis de julio, el nuevo Jefe de la base es cumplimentado por el contralmirante Navia Osorio, a quien acompañaban los capitanes de navío Fernando de Barreto y Miguel Fontenla, jefes de las segunda y primera flotillas de destructores, y los capitanes de fragata Marcelino Galán, comandante del “Almirante Ferrándiz"; Valentín Fuentes, comandante del "Lepanto"; José M. Sánchez Ferragut, comandante del "Alcalá Galiano"; Casimiro Carre comandante del "José Luis Diez", Fernando Bastarreche jefe de Estado Mayor de las Flotillas y el capitán de corbeta Rafael Cervera comandante del "Sánchez Barcáiztegui". Posteriormente Márquez Román es saludado por el Comandante Militar de Cartagena, general Martínez Cabrera, seguido de los capitanes de fragata José María Aznar, ayudante Mayor del Arsenal, Eduardo García Ramírez, director de la Escuela de Armas Submarinas, Francisco Guanera, Jefe de la Estación de Submarinos y Manuel Duran, Secretario de la Comisión Inspectora, el capitán de corbeta José León de la Rocha, jefe de la Base Aeronaval de San Javier, el coronel maquinista Honesto Requejo, el comandante maquinista Antonio Guerra, el capitán de Intendencia don José Balboa, y capitanes de corbeta Rafael Guitián, Carlos Roca y Manuel Pasquín.


Imagen aérea de Cartagena, incluyendo su base naval, tomada el 18 de junio de 1936,
un mes antes del inicio de la guerra civil.

Poco duró en el cargo el nuevo Jefe de la Base, exactamente 13 días. El 18 de julio, en Cartagena y su Base Naval, se lucha por contener la sublevación, el almirante Márquez está indeciso y no actúa en contra del levantamiento. Se difunde el rumor de que el Arsenal está sublevado y de que los marino fieles a la República han sido detenidos, La muchedumbre, como reacción, se dirige al Arsenal, y el almirante Molins, Jefe del Arsenal, que acaba de poner el libertad al teniente de navío José Ruiz de Ahumada (1), detenido por los conspiradores, deja libre la entrada en el recinto a los sindicalistas, para demostrar que no hay presos en él. La apertura del Arsenal fue el pistoletazo de salida, se detuvieron a todos los jefes y oficiales que se encontraban en el Arsenal. Se abren los pañoles de armas y se hacen con ellas.

A primeras horas del día 20 la situación está controlada, el golpe en Cartagena ha sido un fracaso. Es entonces cuando el Jefe de la Base, el recién nombrado almirante Márquez entrega el mando al teniente de navío Antonio Ruiz González, que había sido detenido por los sublevados. En el Arsenal, Molins traspasa sus poderes al segundo maquinista Manuel Gutiérrez Pérez. Antonio Ruiz González lleva a cabo los siguientes nombramientos de acuerdo con el Ministerio de Marina, entre otros: Jesús Hernández Guirao, Jefe del Estado Mayor de la Base; Eusebio Vivancos Cerezuela, 2º Jefe del EM de la base; Carlos Balandrón Vences, Ayudante Mayor del Arsenal y a José Melíá García como secretario del anterior. Entre ellos no hay ningún oficial del Cuerpo General. Se nombra Jefe de la Flota al capitán de fragata Fernando Navarro Capdebvila.

El depuesto Jefe de la Base, almirante Márquez Román, marcha a Madrid. Finalmente será ejecutado por las milicias republicanas del Frente Popular.

El almirante Molins es sometido a Consejo de Guerra por un Tribunal Popular republicano y resulta absuelto. En 1939 los franquistas le someten a un nuevo Consejo de Guerra, encontrándole    culpable de varios cargos, entre ellos el de ¡¡¡rebelión militar !!!, y es condenado a muerte. En julio de 1939 es ejecutado y sepultado en la fosa común del cementerio de Los Remedios, en Cartagena. 

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(1) José Ruiz de Ahumada, teniente de navío en 1936. Afiliado a Falange Española, participante activo en las reuniones preparatorias de la sublevación militar que tuvieron lugar en la Escuela de Armas Submarinas de Cartagena. Según el mismo decía, fue salvado de ser fusilado por la fuerzas republicanas de Cartagena el 18 de julio de 1936, gracias a la mediación de dos cabos y seis fogoneros. Comandante del “Gravina” en 1938, a pesar de sus intentos de pasarse al bando sublevado, no lo pudo realizar en toda la guerra. Llevó el buque hasta Bizerta. Acabada la guerra es eximido de toda responsabilidad republicana y retorna a la Armada. retornando a la nueva flota nacional al poco tiempo.

En agosto de 2005 se publica el libro “Así empezó todo. Memorias de un marino de la República”. El autor es su hijo Manuel Ruiz Sierra, oficial del arma de Caballería, el prólogo es de José Sierra Campos, familiar de ambos y contralmirante de la Armada, El libro recoge las memorias de José Ruiz de Ahumada. Contiene 247 páginas, de las cuales solo 78 se dedican al texto de las “memorias” de tan curioso “marino republicano”, el resto son ilustraciones y documentación sobradamente conocida obtenida de los Boletines Oficiales de Marina, Defensa, Aire, etc...con algunas citas de Cervera Pery, Cerezo, Cervera Valderrama, etc...

El libro es todo un poema, si ya han leído ustedes algo de la Flota Republicana léanlo, puede que rían o hasta que lloren, da para todo. Si se inician en el tema, o quieren conocer la historia, por favor, empiecen por otros autores.


Benito Sacaluga





Fuentes:

El Noticiero de Cartagena 06-07-1936
Hombres de Armas de la República. Juan Barba Lagomazzini. Págs.: 496-497
Diario Oficial Mº de Marina
Artehistoria